La costa de Puerto Rico se extiende por aproximadamente 300 millas, adornada con casi tantas playas. Permanece en el norte tropical, anclado por San Juan, para una mezcla de costas animadas y calas rocosas del Atlántico. Dirígete al sur despejado para sumergir tus pies en tranquilas bahías caribeñas protegidas por cayos de manglar. También puedes aventurarte al oeste hacia Rincón, donde los surfistas atraviesan tubos en invierno, o navegar al este hacia Vieques y Culebra, donde las delicadas arenas brillan como perlas trituradas.
Playas aquí varían desde bulliciosos lugares de reunión hasta franjas remotas aparentemente intactas por manos humanas. Si buscas comodidades como baños, duchas, salvavidas y alquileres de sillas, busca un balneario, que indica mantenimiento gubernamental. Pero no pases por alto esas costas lejanas escondidas detrás de pantanos de manglares o debajo de acantilados de piedra caliza. Estos lugares apartados hacen que Puerto Rico gane su apodo La Isla del Encanto (la Isla del Encanto).
Esta guía de las mejores playas de Puerto Rico comienza con aquellas a lo largo de la costa norte, luego avanza al este hacia Culebra y Vieques, seguido por la costa oeste y la costa sur.

1. Balneario El Escambrón
Mejor playa urbana
La única playa con Bandera Azul en San Juan se extiende a lo largo de las arenas beige donde Puerta de Tierra toca el hotelero Condado. Mira al este para ver surfistas o camina al oeste para explorar las ruinas de una batería de artillería del siglo XVIII. A diferencia de la mayoría de la costa de la ciudad que enfrenta el Atlántico, con fuertes corrientes y aguas agitadas, un arrecife convierte este tramo en apto para nadar y bucear con snorkel. Encontrarás todas las comodidades necesarias para pasar un día completo, incluidas las sombrillas para alquilar – aunque las palmas ofrecen abundante sombra natural. Dirígete al cercano Scuba Dogs para obtener equipo de snorkel.
Desvío: Pasea hasta el cercano Caribe Hilton para disfrutar de una piña colada. El hotel afirma que el barman Ramón “Monchito” Marrero inventó la bochornosa mezcla de coco y piña en el lugar en 1954.
2. Playa Mar Chiquita
Mejor playa para paisajes dramáticos
“Mar Chiquita” se traduce como “mar pequeño”, un nombre apropiado para esta piscina en forma de media luna en Manatí, enmarcada por dos crestas eolianitas con una pequeña apertura donde el Atlántico se filtra. Nadar aquí puede ser peligroso, especialmente en invierno, cuando las olas rompen sobre las crestas y las fuertes corrientes submarinas tiran hacia lo profundo del océano. Pero eso no molesta a las multitudes de San Juan, ubicado a 45 minutos al este. Las formaciones rocosas salpicadas por sal son cinematográficas, y los fines de semana, probablemente encuentres vendedores que ofrecen comida frita y cocos frescos.
Consejo de planificación: Lleva zapatos de agua con suela resistente para explorar las crestas de la playa. Las rocas aquí son afiladas y resbaladizas.

3. Balneario La Monserrate
Mejor playa para comida local
La Monserrate, también conocida como Playa Luquillo, se encuentra a 15 minutos en coche del Bosque Nacional El Yunque, un lugar perfecto para relajarse después de una caminata. Comienza disfrutando de los Kioskos de Luquillo, una fila de puestos de comida que sirven clásicos puertorriqueños como mofongo (plátanos machacados con chicharrones) y bacalao (bacalao). Una vez satisfecho, camina o conduce hacia el este hasta La Monserrate (cuota de estacionamiento de $5). La orilla impecable, bordeada de palmas, desciende gradualmente hacia aguas poco profundas, haciendo de esta playa ideal para niños. Espera concurridas multitudes los fines de semana: grupos ponen música del rapero y cantante puertorriqueño, Bad Bunny, mientras las motos acuáticas corren a lo lejos.
Desvío: Para un esfuerzo mínimo y una recompensa máxima en El Yunque, asciende por el breve sendero hacia las Cascadas de Juan Diego. Pequeñas piscinas de agua dulce se alinean en la subida junto al arroyo enredado por raíces hasta una cascada de 20 pies.
4. Playa Escondida
Mejor playa para la soledad
Llegar a “Playa Oculta”, a una hora en coche al este de San Juan, implica una caminata de una milla a través de un bosque de manglares. El trabajo de piernas da grandes frutos: escasas multitudes, arenas centelleantes, vistas a montañas distantes y arrecifes que forman piscinas naturales. El agua de Playa Escondida suele ser cristalina, y tal vez veas a personas haciendo esnórquel, pero ten cuidado: la playa es famosa por fuertes corrientes de retorno.
Consejo de planificación: Para llegar a Playa Escondida, estaciona cerca de la Playa Seven Seas (en Carr. Cabezas de San Juan) y sigue la costa hacia el oeste para comenzar el sendero de senderismo.

5. Playa Flamenco
Mejor playa para acampar
La Playa Flamenco es perfección de arena azucarada en la isla de Culebra, bañada por agua tibia y respaldada por exuberante vegetación. Camina por la costa en forma de herradura de una milla para avistar dos tanques Sherman grafiteados, restos oxidados de cuando la Armada de los Estados Unidos ocupó Culebra en el siglo XX. Llegar aquí puede parecer una Odisea: elige entre un vuelo de 35 minutos desde el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín o un ferry de 45 minutos desde Ceiba, más un paseo en taxi. Considera acampar en el lugar para que el viaje largo valga la pena: esta es la única playa de Culebra donde es legal montar tiendas de campaña.
Desvío: Para practicar esnórquel excepcional, camina 20 minutos hasta Playa Carlos Rosario o Playa Tamarindo, donde a veces las tortugas pastan entre las praderas marinas.
6. Playa Caracas
Mejor playa de arena polvorienta
El Refugio Nacional de Vida Silvestre de Vieques cubre casi 18,000 acres de su isla homónima, con playas cubiertas de arena tan suave como cumulus-nubes. Playa Caracas es una de las primeras costas encontradas en la frontera este del refugio, y sus aguas azules establecen un estándar de belleza alto. Podrías pasar un día entero disfrutando de Medalla Lites bajo un gazebo sombreado, practicando esnórquel alrededor del lado este con suaves olas o caminando hacia calas remotas, como Playuela, donde los caballos semi-salvajes son a menudo más numerosos que las personas.
Consejo de planificación: Llegar a Vieques es parecido a Culebra. Toma un vuelo desde San Juan o un viaje en ferry de 30 minutos desde Ceiba, seguido de un paseo en taxi de 15 minutos hasta la playa.

7. La Playuela
Mejor playa remota
La Playuela, en ocasiones denominada Playa Sucia, es una franja serena al sur del Refugio Nacional Cabo Rojo, donde aves con hombros amarillos revolotean entre manglares y llanuras salinas de agua rosada. Para valorar la belleza costera, asciende al Faro Los Morrillos, un faro del siglo XIX en un acantilado de piedra caliza 200 pies sobre el Caribe. Desde allí, puedes observar cómo la orilla de La Playuela corta entre marismas salinas y el mar turquesa como una guadaña. Como la ciudad más cercana está a 20 minutos, la civilización parece un sueño lejano.
Desvío: Al caer la noche, dirígete a La Parguera para un tour en bote de la cercana bahía bioluminiscente. Esta es la única bahía bio de Puerto Rico donde es legal nadar entre dinoflagelados resplandecientes – una experiencia psicodélica.
8. La Jungla
Mejor playa para aguas caribeñas suaves
No es necesario consultar el pronóstico del tiempo aquí. Esta playa protegida por cayos abraza Guánica, un municipio en el semiárido sur de Puerto Rico conocido como el “paraíso del verano eterno”. Llegar con la salida del sol permite encontrar una zona privada de arena respaldada por manglares o avanzar más al oeste para encontrar dos playas largas y delgadas. Normalmente, el agua está sin olas, perfecta para chapotear o flotar en un tubo inflable. Si el costo de entrada de $2 es un impedimento, dirígete a Playa Santa, una playa pública cercana y apta para familias.
Desviación: Antes de relajarte en La Jungla, activa el cuerpo en el Vereda Meseta Trail de 6.5 millas, una caminata costera dentro del Bosque Estatal de Guánica, un bosque seco subtropical cubierto de cactus.

9. Playa Domes
Mejor playa para surfear
Desde que el Campeonato Mundial de Surf de 1968 desfiló por Rincón, la costa oeste de Puerto Rico se ha convertido en el refugio predilecto de los expertos del longboard. En Little Malibu emergen principiantes, mientras que los valientes enfrentan ocasionales olas de 20 pies en Tres Palmas. Playa Domes es aún más visitada, gracias a sus olas que rompen en el arrecife de manera constante. El entorno realza su encanto: arena color miel se extiende entre un faro de 1892 y una planta nuclear en desuso con forma de cúpula, de ahí el nombre de la playa. Para clases de surf, contacta con la Escuela de Surf de Rincón.
Consejo de planificación: Los surfistas acuden a Rincón de diciembre a abril, cuando los oleajes invernales traen grandes olas. Si buscas tranquilidad, visita en verano, cuando el gentío desaparece y las olas son fáciles de manejar.
10. Playa Crash Boat
La mejor playa para fiestas
En Playa Crash Boat, Aguadilla, siempre hay movimiento. Cuando el sol está en lo alto, los ritmos de reggaetón acompañan la actividad. Los vendedores de comida ofrecen ceviches y frituras a las familias, quienes alternan entre tomar el sol, nadar y lanzarse desde un muelle artificial para admirar peces tropicales alrededor de sus pilares. ¿Quieres más adrenalina? Alquila un jet ski en West Paradise. El estacionamiento tiene un costo de $5; llega antes de las 11am (o incluso antes) para asegurarte un lugar.
Desvío: Dirígete al norte hacia Peña Blanca para alejarte del bullicio, una pequeña playa respaldada por riscos irregulares. Las vistas son de postal y el esnórquel es decente, ideal para realizar en verano, cuando las olas están ausentes.